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En verano nos rodea un montón de ciencia a la que no les prestamos atención

 

¿Cómo funciona la crema para el sol?

 

En cualquier bote de crema para el sol podemos encontrar las letras SPF seguidas de un número.

El SPF es el factor de protección y las siglas vienen del inglés “Sun Protection Factor”. Este número te indica cuanto tiempo necesitan los rayos UVB para empezar a quemar tu piel en comparación con el que necesitarían sin el producto.

Por eso, una crema con un SPF de 15 te permite estar en el sol 15 veces más que sin ella. De modo que si cuando no usas protección tu piel se empieza a enrojecer a los 20 minutos, aplicando la crema podrías estar 300 minutos antes de que te sucediera. Eso si, en un mundo ideal, esférico y de masa nula en el que no sudas ni te mojas, ni nada te quita la capa de protección. Y como todos sabemos que esto no es así, lo mejor es que vuelvas a aplicar el producto como máximo cada 2 horas.

La crema para el sol tiene tanto compuestos orgánicos como inorgánicos.

Los orgánicos, como el avobenceno o el oxibenzoeno absorven la radiación UVB, descomponiéndose y emitiendo calor.

Los inorgánicos, como el zinc o el dióxido de titanio bloquean la radiación UVA reflejándola como la pintura blanca refleja la luz visible. Son especialmente populares en zonas del hemisferio sur como Australia en donde se tienen que proteger especialmente de un sol que no se ve tan apantallado como en el norte debido al agujero de la capa de ozono.

Lo ideal es encontrar una crema solar que tenga una combinación de ambos componentes, de modo que te ofrezca protección tanto contra los rayos UVA como contra los UVB.

 

UV

Como funcionan las gafas de bucear

 

¿Alguna vez te has planteado porqué cuando abres los ojos debajo del agua se ve todo borroso pero con unas gafas de bucear se ve bien? El motivo es el mismo por el cual si miras una cucharilla dentro de un vaso de agua parece que está torcida… la refracción.

La luz viaja más despacio por el agua que en el aire. Cuando pasa de un medio al otro cambia de velocidad y, debido al frenazo, el rayo de luz se dobla. Técnicamente se dice que el rayo de luz se ha refractado. Cuanto se tuerce el rayo depende de cómo de importante haya sido el frenazo. La luz va más deprisa en el vacío, luego el aire, luego el agua… y mucho más despacio por materiales translúcidos.

El ojo humano ha evolucionado a lo largo de los años para enfocar la luz que atraviesa la pupila en la retina, que es una pantalla que tenemos al final del ojo. Este sistema sólo funciona cuando la luz viene del aire justo antes de entrar en el ojo. La evolución ha hecho que el ojo tenga en cuenta la refracción que ocurre en la interfase entre el aire y el ojo para dar una imagen nítida en la retina.

Sin embargo, cuando la luz viene directamente del agua al ojo la luz se dobla menos y la imagen no se enfoca. Las gafas de bucear hacen que el ojo vuelva a estar en contacto con el aire y por eso vemos bien cuando las llevamos puestas debajo del agua.

 

Goggles

La forma más rápida de enfriar el coche

 

Durante el verano los coches se transforman en hornos con ruedas. El ratito que necesita el aire acondicionado para hacer habitable el vehículo se nos hace eterno a todos… pero puedes acelerar el proceso con el siguiente truco:

Baja una ventanilla, por ejemplo la de detrás del asiento del copiloto. Acércate entonces a la puerta del piloto para abrirla y cerrarla repetidamente durante un minuto. ¡La temperatura bajará hasta 5ºC!

Lo que ocurre es que estás creando una circulación del aire caliente que sale por la ventanilla y aire algo más frío que entra por la puerta.

 

Mantener la casa fresquita

 

Con este calor el otro día nos planteábamos si sería mejor abrir la ventana o dejarla cerrada.

La teoría parece fácil. Lo más eficiente siempre será mantener la ventana (y sobre todo la persiana) cerrada cuando hace más calor fuera que dentro y abrirla si lo contrario sucede.

¿Por qué entonces sentimos alivio cuando abrimos la ventana incluso cuando hace más calor fuera? Esto sucede porque se crea una pequeña corriente de aire que hace disminuir la sensación térmica.

Sin embargo el alivio será sólo temporal. Una vez que la temperatura se equilibre a ambos lados de la ventana esa pequeña brisa parará y tu casa habrá subido de temperatura.

De modo que para aliviar este calor, abre las ventanas sólo por la noche, cuando el aire es más frío… y si puedes, échate una buena siesta a media tarde cuando es complicado trabajar de todas formas, eso hará que tengas más energía para hacer cosas por la noche, cuando haya refrescado.

 

ventana

 

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